
La megaminería, el agronegocio y el fracking son políticas de enclave y de Estado que trascienden los gobiernos y no dependen de este momento determinado, reflexiona Dario Aranda.
El periodista especializado en estos temas y en las luchas de los pueblos campesinos e indígenas, opina que se están dando “inversiones” en esos sectores, pero que de ninguna manera eso repercute positivamente en la economía del día a día de las poblaciones locales. Ni tampoco genera más trabajo. Reflexionando sobre el fenómeno de Vaca Muerta, cuenta que en el marco de acuerdos entre gobierno local, nacional y petroleras, el año pasado hubo despidos y se modificó el convenio colectivo de trabajo de los petroleros que generó una flexibilización laboral que redundó en peores condiciones de trabajo que llegaron a causar incluso la muerte de 5 trabajadores.
Con respecto al agronegocio, que es “cada vez más mecanizado y se emplean muy pocas personas, sucede que cuando hay una buena cosecha, en las ciudades sojeras se ve un poco más de plata, pero cuando se calcula el ingreso de dinero no se calculan las externalidades que se generan, cuánto se ha desmontado, cuántas familias fueron desalojadas, cuántas enfermedades se producen por el uso de agrotóxicos”, entre otras cosas. “El agronegocio es totalmente excluyente. La relatora por el derecho a la alimentación de las Naciones Unidas sacó un dictamen donde muestra que este modelo es insustentable, con enormes consecuencias ambientales, sociales y sanitarias y que urge al país apuntar a un modelo agroecológico”.
Como respuesta, según Aranda, las familias campesinas e indígenas van a continuar produciendo sus alimentos para autoconsumo y consumo local y defendiendo sus territorios. Quien gobierne luego de las elecciones del año próximo, opina, no va a cambiar mucho este modelo ya que son políticas de estado y siguen dependiendo de este modelo extractivista como en gran parte de América Latina.
Los partidos que tienen opción de ocupar cargos en el Ejecutivo, ven el extractivismo desde un punto de vista únicamente ambientalista. Pero “cuando uno discute el extractivismo no discute solamente el ambiente, discute economía, política, historia, modelo de desarrollo, derechos humanos. Es mucho más profundo que el ambiente. Le dependencia de América Latina radica centralmente en creerse sólo como exportador de materias primas. Coyunturalmente puede mejorar en algo la economía del país, pero en cuanto baja el precio del commodity, viene de vuelta el ajuste y la pobreza”, concluye el periodista.
En la entrevista realizada para Algo con Erre, en FM La Tribu, charlamos también sobre su visión en relación a la articulación entre lo político y las experiencias de organización social.
Escuchá el audio completo de la entrevista acá: